Durante las fiestas de fin de año, muchos factores combinados afectan nuestro sueño y aumentan los ronquidos. La Dra. Ana Cofré, especialista en Otorrinolaringología, explica que los principales desencadenantes son varias.
- Alcohol: Relaja excesivamente los músculos de la garganta, estrechando las vías respiratorias y favoreciendo la vibración de los tejidos. Además, puede generar congestión nasal, llevando a respirar por la boca y agravar los ronquidos, incluso en quienes normalmente no los tienen.
- Comidas abundantes y horarios tardíos: Las cenas copiosas, dulces y alcohol, sumadas a acostarse tarde, provocan digestiones prolongadas y reflujo, que pueden intensificar los ronquidos.
- Estrés y menor actividad física: Diciembre suele ser más estresante y con menos ejercicio, lo que altera la calidad del sueño y favorece los ronquidos.
Señales de alerta:
Si el ronquido es diario, acompañado de pausas respiratorias, jadeos nocturnos o somnolencia diurna, podría tratarse de apnea obstructiva del sueño (AOS). El alcohol puede incluso desencadenar episodios en personas sin diagnóstico previo.
Consejos para reducir los ronquidos en diciembre:
- Evitar alcohol cerca de la hora de dormir.
- Optar por cenas más livianas y no acostarse inmediatamente después de comer.
- Mantener una buena hidratación.
- Dormir de costado en lugar de boca arriba.
- Registrar patrones de sueño para identificar desencadenantes.
La especialista concluye: “Disfrutá las fiestas, pero con moderación. Entender cómo dormimos puede mejorar la calidad del sueño de toda la familia”.








