La Ciudad de Buenos Aires anunció que instalará 30 puestos de control de alcoholemia adicionales durante la noche del 24 de diciembre, con el objetivo de reducir los accidentes de tránsito vinculados al consumo de alcohol, que representan uno de cada cinco incidentes en la ciudad.
Durante 2025, los agentes de tránsito realizaron más de 470.000 controles, con un 0,97% de resultados positivos, y se retuvieron 4.271 vehículos. Los operativos aplicarán un “método embudo” que obliga a los conductores a reducir la velocidad, evita embotellamientos y protege al personal de tránsito.
Las sanciones varían según el nivel de alcoholemia: entre 0,5 y 1 gr/l, los conductores afrontan multas y la inhabilitación de la licencia de 2 a 4 meses; desde 1 gr/l en adelante, las multas son más altas, pueden incluir arresto y la inhabilitación puede llegar hasta dos años. En todos los casos, se procede al acarreo del vehículo y retención de la licencia.
Quienes se nieguen a realizar el control de alcoholemia recibirán la multa máxima y la remisión del vehículo. La medida busca garantizar la seguridad vial durante las fiestas y disminuir los riesgos de accidentes provocados por conductores alcoholizados.








