El verano requiere precauciones especiales para proteger la piel, especialmente en pacientes que reciben tratamientos contra el cáncer, ya que algunos medicamentos pueden sensibilizar la piel y aumentar el riesgo de quemaduras o lesiones.
El Dr. Carlos Silva, de LALCEC, recomienda:
- Evitar el sol en horarios de mayor radiación, entre las 10 y las 16, o siempre que la sombra sea más corta que la propia altura.
- Usar protector solar con FPS 50, aplicándolo 30 minutos antes de salir y reaplicándolo cada 2 horas o tras el contacto con el agua.
- Ropa protectora, como camisas de manga larga, pantalones claros y sombreros que cubran el cuero cabelludo.
- No exponerse al sol si el tratamiento incluye fármacos que aumentan la sensibilidad cutánea; consultar al oncólogo cuáles medicamentos requieren precaución.
- Mantener hidratación adecuada, tanto con agua como con cremas humectantes.
- Controles dermatológicos anuales, preferentemente antes del verano, para detectar posibles lesiones de riesgo y recibir orientación sobre cuidados específicos.
El especialista aconseja prestar atención a cualquier lesión que: persista, cambie de forma o color, crezca, sangre o supere los 6 mm, y consultar al dermatólogo ante cualquier signo preocupante.
Estas medidas permiten disfrutar del verano de manera segura mientras se protege la piel durante el tratamiento oncológico.








