Los trabajadores del Subte B finalizaron esta mañana la liberación de los accesos a la estación Federico Lacroze, realizada entre las 7 y las 8, como medida de protesta ante un presunto caso de acoso y violencia laboral contra una empleada de limpieza.

Según informaron fuentes oficiales, la acción buscó visibilizar la respuesta de la empresa frente al caso de Araceli Pintos, quien habría sufrido acoso por parte de un agente de policía. El gremio aseguró que la concesionaria defendió al presunto agresor, trasladó a Pintos a otra línea y finalmente la desvinculó, mientras que el involucrado permaneció en su puesto.

Los sindicalistas añadieron que la trabajadora fue sometida a “violencia laboral a través de supervisores” y que se esperaba que “soportara y callara los abusos” si quería conservar su empleo, describiendo la situación como discriminatoria e ilegal, en contradicción con las leyes de igualdad y género.

Desde Emova, en tanto, señalaron que la desvinculación se debió a incumplimientos reiterados durante el período de prueba y aseguraron haber agotado todas las instancias para evitar la medida.

Los empleados recordaron además otras problemáticas en la red de subtes, como la presencia de asbesto prohibido, contaminación, muertes de trabajadores, actitudes antisindicales de la concesionaria y falta de inversión y mantenimiento. No descartaron nuevas acciones de protesta en los próximos días.

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